El pecho necesita un mínimo de cuidado: SUJECIÓN y DRENAJE.
Esto se consigue con un sujetador adaptado a su morfología y que vaya correctamente ajustado.
El sujetador tiene 2 funciones:
Para saber la talla NO TIENES QUE MEDIRTE!
Tienes que saber cómo y dónde va colocada cada una de las partes del sujetador y por qué.
Para que un sujetador haga sus funciones, tienes que saber hacer dos cosas:
El sujetador tiene que ir en un SITIO MUY CONCRETO del cuerpo para realizar sus dos funciones y no dañar ningún órgano, ni espalda ni estómago, y evitar además que el pecho vaya caído.
El tejido mamario tiene MUCHA EXTENSIÓN: empieza en el tórax y acaba en la mitad de la axila.
Si ponemos el sujetador de forma incorrecta, podemos dañarlo y crear patologías.
El ARO MOLDEA el pecho.
Si lo colocas correctamente se moldea la mama pero si no lo colocas bien, puedes desmoldearla y, sobre todo, crear patologías.
En el tirante NO VA LA SUJECIÓN.
Si lo utilizas para sujetar, creas una palanca en el hombro y puedes provocarte lesiones como contracturas de espalda, socavones en los hombros o daños en el aparato digestivo.
Dormir con sujetador no aporta NINGÚN BENEFICIO a la salud, ni da firmeza al pecho, ni evita las arrugas del escote ni la flacidez, ni tampoco evita ningún tipo de dolor al dormir.
Si haces deporte tienes que utilizar MAYOR SUJECIÓN, un sujetador deportivo adecuado a la actividad que realices.
Si no lo haces, tendrás ruptura de ligamentos y desprendimiento del pecho y no tendrá solución.
PERO SÍ MUCHO DOLOR!
Durante la GESTACIÓN, es importantísimo llevar el pecho bien sujeto por 2 motivos:
Tras una CIRUGÍA MAMARIA de cualquier tipo, es vital estabilizar la mama mediante la sujeción adecuada para favorecer una buena cicatrización y un buen drenaje linfático y, además, reducir el riesgo de linfedema y la hinchazón postoperatoria.
Los SUJETADORES REDUCTORES NO EXISTEN!
Este tipo de sujetador comprime el pecho y lo desplaza hacia la parte axilar de la mama, provocando que se deforme y originando patologías importantes.
El tirante mal utilizado provoca más daños colaterales que el aro.
Si gestionas mal los tirantes, puedes provocar daños en los pies, rodillas, cadera, espalda, hombros y aparato digestivo.
Los sujetadores sin espalda NO SUJETAN el pecho.
Necesitamos tener un contorno que sujete el peso de la mama para que no se mueva y no se caiga.
Si el médico te dice que no pongas aro no es porque sea malo, es porque:
Cuando te quitas el sujetador, tiene que dejar marcas en la piel.
El sujetador sujeta el pecho y, como todo lo que sujeta, deja marca. Pero esa marca tiene que ser toda igual alrededor del cuerpo.
No siempre vas a llevar la misma talla de sujetador.
La talla varía según cambia tu cuerpo y/o tu mama.
También varía al cambiar el patrón de sujetador.
Los aros se salen o se rompen por 3 motivos:
Los ganchos del contorno no hay que ajustarlos sólo cuando está cedido. La sujeción va en el contorno y es la única parte del sujetador que tenemos que mover:
El pecho pequeño es el que más patologías tiene.
La mama pequeña no tiene tanta protección como la voluminosa. Todo lo que se pone incorrectamente daña directamente la glándula mamaria, como aros pequeños o copas con mucho relleno.
Un sujetador mal ajustado puede provocar dolencias en los pies, rodillas o cadera.
Al no llevar el peso equilibrado y repartido, lo cargas en zonas del cuerpo que te impiden caminar recta.
Si el sujetador no va bien colocado y sujeto en el sitio correcto, puede provocar molestias intestinales.
Esto ocurre porque el pecho es un peso y si no va sostenido, ese peso caerá directamente encima del aparato digestivo.
Esos bultitos que te salen en la axila no son "chichas".
Es glándula mamaria que se deforma por llevar una copa pequeña y por no llevar el aro en su sitio.
Cuando los tirantes se clavan es porque llevas el contorno muy grande.
Cuando el contorno no va correctamente sujeto, todo el peso del pecho recae en el tirante.
Los reguladores de los tirantes no se mueven en la lavadora.
Cuando el sujetador te aprieta, lo llevas flojo.
Si llevas el contorno flojo y fuera de su sitio, el peso del pecho lo desplaza al aparato digestivo y ahí es cuando aprieta.
Y cuanto más lo aflojes, más te va a apretar.
Un sujetador mal ajustado, puede provocar curvaturas en la estructura corporal.
Al no llevar el peso del pecho equilibrado y llevarlo cargado sobre los hombros, te vas poco a poco inclinando hacia delante porque es donde tienes ese peso.
Dirección principal: Galerías Centro Real. Calle Real 86, planta 1 - A CORUÑA
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